En casa y cada día están formando ciudadanos.

En casa y cada día están formando ciudadanos.

Todos nosotros crecemos, nos formamos y vivimos en comunidad. Para  lograr hacerlo saludablemente es necesario desarrollar y fortalecer muchas habilidades. Desde el respeto por el espacio del otro, por sus derechos, hasta la defensa no violenta de los propios, pasando por  la disposición a sumar fuerzas para conseguir el beneficio colectivo.

Todo eso se aprende ( o no) y se fortalece (o no) en la crianza cotidiana, tanto en casa, como en la escuela como a través de lo que reciben a través de las múltiples fuentes de información que tienen los niños de hoy. 

Los invito a pensar: ¿les estamos enseñando lo que realmente queremos enseñarles? ¿Estamos siendo mnaestros activos de lo que queremos que aprendan? ¿O andamos por la vida un poco distraídos dejando que ellos saquen sus propias conclusiones o aprendan de malos maestros ? 

Me planteo esto porque estamos en período pre electoral y los niños nos ven, nos miran y nos escuchan. 

¡Qué excelente oportunidad para inyectarles cultura democrática! Qué bueno poder explicar y trasmitir  ideas (no prejuicios ni estereotipos), enseñar a defender lo que uno cree con pensamiento inteligente, trasmitir pasión (no fanatismo) , pensar en el bien común y no sólo en el propio y dejarles bien en claro que cada uno de nosotros es libre de pensar por si mismo. 

Nada de eso es posible si nos escuchan insultar, denostar, desear daño al que piensa diferente. Tampoco es posible si lo que trasmitimos es indiferencia, descreimiento y pasividad frente a la vida y decisiones de nuestra comunidad.

La democracia es mucho más que un sistema político: es una cultura. Y como tal se enseña o no, y si no lo logramos las consecuencias son tremendas. 

Deja un comentario